Por qué todo el mundo debería hacer el puente y cómo hacerlo correctamente
¿Para qué sirve el ejercicio del puente?
Mucha gente conoce el ejercicio del puente de la clase de gimnasia del colegio, donde se utilizaba para probar y desarrollar la flexibilidad. Existe un movimiento similar en el yoga. Se llama urdhva dhanurasana, o la postura del arco invertido.
Aunque esta postura no es habitual en el yoga, no es sólo para gimnastas y bailarines.
Cualquier persona que se siente mucho durante el día y quiera mantener una espalda sana debería hacer el puente.
De hecho, el puente es la postura opuesta a la que mantenemos la mayor parte del día cuando estamos sentados frente al ordenador o en el coche, con las caderas dobladas, los hombros caídos y la espalda encorvada. Esta posición aumenta la tensión en la parte inferior de la espalda, compromete la postura y puede provocar dolor de espalda con el tiempo.
Al hacer el ejercicio del puente, estás fortaleciendo los extensores de la espalda, los glúteos y los aductores, importantes para mantener una buena postura, así como estirando el pecho, los hombros y los músculos abdominales.
Mantener la postura aumenta la movilidad de los hombros, las caderas y las muñecas, así como la columna torácica, a menudo agarrotada en quienes permanecen sentados más de 7 horas al día. El resultado es un cuerpo más flexible, fuerte y resistente, una mejor postura y un menor riesgo de lesiones en el gimnasio y en la vida.
¿Cómo preparar el cuerpo para el puente?
El puente no es un ejercicio fácil que requiere buena flexibilidad y suficiente fuerza. He aquí algunos ejercicios introductorios del yoga que te ayudarán a fortalecer y estirar los músculos adecuados.
Realiza cada movimiento durante 30 segundos, es decir, entre 8 y 10 respiraciones y exhalaciones. Si esto no causa ninguna dificultad, puedes pasar a aprender el puente. Si los ejercicios siguen siendo difíciles, hazlos durante 2 o 3 semanas antes de empezar la versión simplificada del puente.